Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | febrero 3, 2011

Recibiendo el 2011 en febrero

Díficil celebrar la llegada del nuevo año estando ya en febrero, pero por algún lado nos tocaba empezar. Van menos de 10 semanas del 2011 y ya hemos atravesado varios eventos de inmensa magnitud. Todavía no me siento capaz de sentarme a escribir sobre el momento que vive Egipto, el desmantelamiento sigiloso de la Comisión Nacional de Reparación, el día sin carro. Será cuestión de desempolvar la costumbre de sentarse, pensar y escribir.

Estando en vacaciones nunca saqué los ánimos para sentarme a escribir, pero que sea una de las metas personales de este año escribir algo al menos una vez a la semana. Ahora bien, escribir qué exactamente? Sobre quiénes? Partiendo de qué? Para nadie es un misterio que este es un experimento del cual ni nosotros mismos sabe muy bien para dónde va ni dónde puede acabar.  Así que este año habrá de todo: cosas muy buenas, opiniones infundadas, análisis detallados, crónicas interesantes, y de vez en cuando – muy, muy de vez en cuando – una que otra cosa bastante malita.

Primero lo primero. Qué es exactamente lo que estoy haciendo aquí? En contra de la opinión de algunos, dudo mucho que colgar en un blog sea realmente publicar algo. Ese escepticismo refleja que estoy perfectamente enchapada en la idea tradicional y un tanto anticuada de que publicar es escribir algo que luego será revisado por algún superior. Éste a su vez le hará los cambios que considere pertinentes, y los publicará en un medio impreso.  Claro que ahora que estamos en el 2011 estoy dispuesta a admitir que ese mismo ser superior podrá publicar en un medio digital. El editor es la característica definitoria para poder estar hablando de publicación.

En Alicia yo  no siento que publiquemos nada, justamente porque no hay ese infeliz editor que me pone las comas, me reorganiza mis ideas, me cambia el sentido de lo que quiero decir, y  en general mejora enormemento lo que sea que uno haya escrito etc. etc. Y ese es justamente el poder del blog. No hay intermediarios. Ya muchos han criticado vehementemente al internet porque según éstos lo único que hace es promover basura intelectual. Pues basura hay en todas partes, sea en internet o fuera de éste. Pero de vez en cuando aparecerá una joya que ninguno de los pesos pesados quiso sacar al mercado y que ahora tiene como hacerlo. Es gratis, es fácil. Por poco original que suene, yo sí creo que el internet nos ha dado una voz.  Que si hay basura? Pues claro que la hay, pero también hay opinión de alrededor del mundo, hay acceso instantáneo a la plaza central del Cairo o de Tehran, hay videos de cómo aprender a tocar guitarra, etc.

Yo no aspiro al premio Nobel, y no creo que muchos de los que cuelgan cosas en internet lo hagan por un futuro reconocimiento. Yo no aspiro ni al premio de periodismo del barrio en el que vivo. Es más, ni siquiero aspiro a que me lean. No me desvela pensar en las estadísticas de los lectores, ni en cuántos seguidores tenemos en Twitter. Yo nada más quiero tener un sitiecito en el cual sentir que le estoy contando al mundo mis ideas adolescentes, mis reflexiones estudiantes y una que otra queja del mundo en el que vivimos.  El deseo de hacerlo es primigenio,  pero la forma es propia del año que empieza.


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