Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | May 2, 2011

Por favor, no en nombre de la justicia…

Por favor, no en nombre de la justicia…

“Se ha hecho justicia” dice hoy el encabezado de varios periódicos en todo el mundo, citando el Presidente de Estados Unidos Barack Obama. El presidente se refiere a la muerte de Osama Bin Laden, como exitoso resultado de una operación militar.

Ahora, antes de continuar, aclaro que en ningún caso lamento la muerte del citado terrorista. No obstante, no creo esta sea propiamente la aplicación de la justicia.

Creo que fue lo correcto. Había un serio asunto de honor de por medio, “si usted mata a mi gente, yo voy  y lo mato a usted”. Tiene sentido. Yo también quiero que si vienen y me matan mi gobierno vaya y los mate a ellos. (No solo a mí, si matan a la gente a mí alrededor, si amenazan mi vida diaria, mi seguridad). PERO eso no implica que sea justo.

La definición de justicia se me sale de las manos, pero me voy a ir por lineamientos básicos (muy básicos y, como vienen de mi, seguramente equivocados).

Digamos que entiendo justicia de una manera muy romántica. Así, la justicia es la forma de restablecer “la energía universal” para que las cosas vuelvan a estar bien, luego de un evento que causó la injusticia. Entonces, estoy en desacuerdo con que sea igual a equidad. No todos en el piso – ni todos en la cama- es justo, sino que el que “se merece” la cama en la cama y el que no, en el piso.

De ahí que el “objetivo” de la justicia fuera matar a una persona me parece triste. Me parece triste porque el daño que causó no es fácilmente saneable, no es que lo hayan matado y aparezcan hologramas de todos los que murieron el 11 de Septiembre y todos contentos. Esto lo entendieron los judíos luego del Holocausto y, en vez de andar por ahí matando gente, juzgaron a los Nazis – Eichmann, Nüremberg – y si, los condenaron a muerte, pero creo que es clave que los hayan juzgado. En “someterlos al aparato de la justicia” hicieron un poco más de “restablecimiento de energía”: se recontaron los hechos, se levantaron cargos, las víctimas oyeron y vieron a sus victimarios en un estrado – chiquiticos – respondiendo por el daño que les hicieron y tuvieron la oportunidad de acusarlos. En casos con extremos se trata de conjurar el daño, creo, no solo de borrar al victimario.

Además, en ponerles un abogado, un juez, una ley todo adquiere un toque de legitimad y de solemnidad que fundamenta con mucha más fuerza la condena, deja de ser una represalia individual (ojo por ojo, diente por diente) y se vuelve un “usted hizo mal y lo vamos a castigar. – el problema con el ojo por ojo y el diente por diente es que quedamos con dos tuertos y dos muecos. Y ya.

A lo que voy es que a Bin Laden lo mataron y ya. A Hussein en cambio lo cogieron, lo juzgaron y lo mataron. Da la misma, quizás. Pero en el segundo caso, digamos y a pesar de que era evidente el resultado, como en Nüremberg, hubo un espacio. Un espacio, para pensar, para acusar, para reflexionar, recordar a los que murieron, de silencio, lo que quieran. Pero hubo un espacio en el tiempo.

Ayer, en cambio, no hubo este tipo de espacios. Y Bin Laden no los merecía, en absoluto, pero de pronto si sus víctimas o sus familias… Que lo hayan matado me parece perfecto, pero quizás había formas mejores para hacerlo– incluso más humillantes, y de pronto sí que se merecía la humillación-. La Justicia es una herramienta de todos los de mi sistema universal de energía, de pronto mucho más que de los malos. El derecho al debido proceso – a que el asesino tenga un buen abogado – asegura que lo metieron a la cárcel con todas las de la ley, que no fue un capricho, que fue justo.

Entonces, lo mataron. Muy bien. ¿Y qué? Pero ese no puede ser el objetivo, matar a Pepe. Tiene que ser tener una sociedad buena y la justicia es para llegar allá, no para matar a Bin Laden. A Bin Laden que lo maten en nombre de otros, en nombre de todos, en nombre de lo que quieran, pero, por favor, no en nombre de la justicia.

Aquí en Colombia sí que nos pasa. Se trata es de dejar de pelear, por favor. A mi qué quién esté vivo o no si no puedo ir a pasar mis vacaciones al Urabá. La “justicia transicional” (que es la que pretende superar conflictos) trata de “reconciliar” de “restablecer la energía” y matando gente, por lado y lado, no va a pasar de a mucho, a menos que nos matemos todos y entonces ahí sí que queda la energía quietica.

Oruga

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | May 1, 2011

El teatro de Bogotá…

El teatro de Bogotá…

Hablar del teatro de Bogotá es algo muy complicado, porque nunca se sabe muy bien de qué se está hablando. El teatro capitalino podría referirse a toda esa cantidad de absurdos y desfachateces que ocurren en nuestra querida ciudad, y que serían dignas de una obra de teatro. Pero dicha expresión también podría hacer referencia a algún edificio en partícular, como el teatro Colón (que, dicen, está en buenas condiciones por estos días).

Sin embargo, en esta ocasión no hablaré de ninguna de las dos cosas. Hablaré, en cambio, de la cartelera de teatro que hay por estos días en la ciudad, y de las diferentes oportunidades que existen para asistir a teatro en la capital.

En estos días, la Fundación Teatro Nacional presenta el Festival Impulsos en varías salas de la capital, con una oferta variada de danza y teatro contemporáneos. Existen varias obras que valen la pena en el festival, y se abre una oportunidad también para poder ir a conocer las nuevas salas que van abriendo en la capital, como aquella de la Biblioteca Julio Mario Santodomingo.

Este festival se realizará en la capital colombiana cada dos años, cerca de la época de semana santa. La idea del Teatro Nacional con esto es oferecer oportunidades de asistir a teatro, en eventos y festivales organizados en los años en los que no hay Festival Iberoamericano de Teatro. Será este, entonces, el sustituto del Iberoamericano en los años en que no se presenta.

Como se puede ver, en Bogotá existen oportunidades para ir a teatro, y hay un esfuerzo por organizar y generar espacios amplios y diversos que presenten diferentes opciones. El Festival Impulsos es un ejemplo, pero está lejos de ser el único. En Bogotá hay una gran cantidad de compañias teatrales, grupos de danza, y un sin número de salas de teatro en donde se puede encontrar de todo. Es cierto que hay ocasiones en donde la publicidad del asunto no es la mejor, pero con un poco de astucia se puede encontrar contenido interesante.

No siendo más, los invito a que vayan a teatro, y aprovechen las oportunidades culturales que la ciudad ofrece. Para esto, les recomiendo especialmente la obra Alex en Wonderland, que habla de las percepciones, sensaciones y sentimientos de un alemán que se encuentra en Bogotá. Se trata de una obra de teatro rara y exótica, en dónde los sentimientos del personaje principal se terminan viendo reflejados en la audiencia misma. No se la pierdan!

ALEX EN WONDERLAND

Domingo 1 de Mayo 7pm

Lunes 2 de Mayo 8pm

Casa del Teatro Nacional – CRA. 20 # 37 -54

The MadHatter

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | abril 27, 2011

Más reflexiones de un país alejado

Más reflexiones de un país alejado

De lo más impresionante, era que luego de haber pasado la cola del mundo – y saber que más es larga y que no llegamos ni a la mitad – era ver como en un derrumbe alguien (¿quién?) había puesto una cinta de peligro. Y es impresionante porque a veces se nos olvida lo muy alejado que está “el resto del país” o, quizás, lo muy alejados del país que estamos nosotros.

Porque uno se monta en un carro y sale del siglo XXI para meterse en una zona atemporal en donde viven igual hace unos 100 años y todos usan ruana y sombrero, sin importar si estamos en el más alto páramo o en un valle de clima temprano. Y es precioso. Cascadas en la carretera, cañones impresionantes, pueblitos coloridos con sus iglesias y casas blancas con balcones de colores, parques llenos de flores, gente amabilísima. También están los adefesios de pueblos de ladrillo y latón ampliados pero, en general, somos un país de lo más pintoresco.

Pero es precisamente también el problema. A los que vivimos por acá nos encanta ser pintorescos, pero serlo allá. Si a alguien acá le dicen que vamos a regalar hoodies en Boyacá a diestra y siniestra, probablemente a más de uno le dé un ataque porque qué sería de ese paradisiaco cuadro del folclor colombiano sin ruanas. Se nos olvida, claro porque nos ponemos ruana una vez al mes máximo, y para estar en una chimenea, y no sabemos que eso pesa como el diablo si se moja, se demora siglos en secarse, no se puede lavar – y por eso huele a chivo… Si nos dicen que vamos a ampliar las carreteras y doble calzada, nos lamentamos por la pérdida de los Willys, y lo bonito que es andar un rato por despavimentada, entre árboles gigantes y pasando por lindos riachuelos y si, el paseo de olla es encantador. Además, está el problema de que las carreteras traen consigo burdeles y corrupción para las sociedades y cosas horrorosas que pueden corromper el inocente alma del campesino colombiano. Suena a cuadro de publicidad socialista de la URSS. Lo que no contamos, es que por ahí también pasan camiones de leche, de papa, de arroz, ambulancias, flotas, policías, servicios públicos.  O, quizás y peor, sabemos que eso también entra y que amenazaría con acabar el paisaje pintoresco que nos encanta para pasar las semanas de vacaciones. Prueba de que a lo mejor estamos condenando con demasiada fuerza este tipo de acciones es que los boyacenses que viven alrededor de la doble calzada – muy buena, por cierto – todavía usan ruana.

Muy probablemente no lo hacemos es de malos ni egoístas, es un claro desconocimiento de muchos factores de la situación, es que somos ignorantes…es pensar que en la incomodidad de los demás pueda estar nuestra «identidad nacional». En Villa de Leyva – que en parámetros del campo es la civilización en su máxima representación – un señor local nos contaba de su trabajo y tal y yo le pregunté que a qué se dedicaba el concretamente. “Al ganado y al ordeño” me dijo y yo, inocentemente le respondí que “qué chévere”. Me contestó – muy amablemente, por cierto – que sí, que era muy chévere para el que venía a verlo una semanita, par de veces al mes. Pero que al campesino le tocaba todos los días de la vida, que las vacas no admitían festivos, enfermedades, vacaciones o chincheras… muy chévere, ¿no?

Y allá, donde no hay festivos ni enfermedades que valgan como excusa para dejar de luchar por sobrevivir, había cintas de peligro, volviendo al inicio. Alguien – ¿el gobierno? – alcanza a llegar a los confines del mundo, por trochas impresionantes y le da a una señora que parece una uvita pasa y puede tener cualquier edad entre 50 y 100 años una cédula y, mal que bien, un sisbén. Y todo esto lo logra en un país que no tiene vías, que se derrumba en invierno, que es asediado por muchísimos factores violentos. Mal que bien allá hay un soldadito – que es un pelao un par de años mayor que yo, pero no muchos – me muestra sus pulgares en calidad de saludo y me regala un sticker del ejército nacional.

Si se puede llegar, entonces. Se puede y, en realidad, en muchos – ojalá la mayoría – existe esa voluntad. Lo que pasa es que a veces nos agarramos de fetichismos ridículos, de la ciega salvaguarda folclor y no sé que más (cuando lo cierto es que pocos de mi generación conocen un bolero o un bambuco)… La cultura evoluciona y cambia – lo hace por naturaleza – y actuar contra natura puede ser peligroso, no es sino ver los estragos del invierno que podrían haberse amortiguado de haber respetado las cuencas de los ríos y los humedales….

Oruga

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | abril 26, 2011

No alcanza ni para el taxi – ni los medicamentos

La situación es absolutamente patética. La Presidencia organiza un foro sobre tierras e invita a líderes regionales de varios rincones del país. Los líderes llegan a contar sus historias dolorosas, sinceras, propias; historias que deberían ser de todos. Las cámaras disparan furiosamente, aplausos van y vienen. Son distribuidos por distintos hoteles en el centro de Bogotá, y son dejados ahí. Literalmente, dejados ahí. Las personas que vinieron a ser aplaudidas y a conmover momentáneamente auditorios son depositadas en un hotel, en una ciudad que a duras penas conocen, para que «pidan un taxi» y lleguen al aeropuerto. Muy comedidamente el Gobierno Nacional les facilitó los pasajes para venir al foro y regresar a su tierrita. Sólo se les olvidó proveerles con qué llegar al aeropuerto. Dado que Transmilenio aún no ha sido inaugurado por la 26 (y parece que al aeropuerto llegará en el 2020), la única opción que les queda es irse en bus o en taxi a tomar su avión. ¿Por qué asumen los funcionarios que estos lideres que tanto admiramos tienen suficiente en sus bolsillos como para pagar los 20,000 que vale llegar al aeropuerto? Peor aún ¿ por qué asumen que deberían irse en bus si no tienen con qué pagar el taxi? Pues bien, esa fue la respuesta del funcionario responsable de la logística del evento. Mientras tanto, pasan los minutos y más de 5 líderes siguen sin poder llegar al aeropuerto a tomar el vuelo que los llevará de regreso de un evento al cual fueron invitados.

Situación dos: En algún lugar entre Belén y Soatá, aguarda un campesino y su hijo bajo la lluvia. Están esperando que pase la buseta que los llevará al hospital de Soatá a ver a su esposa quien desde hace tres días ha estado enferma. Paramos en la vía a recogerlos, y resulta que el hombre vive a hora y media a pie de la carretera, y había tenido que bajar a su esposa en la carreta de la leche, llevarla a Belén en Colectivo, sólo para serle negado el servicio porque su carnet del Sisbén no era de ese municipio y allá no lo podían atender. Así que al campesino no le quedó más remedio que «echar a su señora a la ambulancia» para que la llevaran a Soatá.

Resulta que por algún cambio que no pudimos identificar, la familia cambió de nivel en el Sisbén, y ahora no le cubría los medicamentos que eran requeridos. En el camino, » se le entumió»  toda una parte del cuerpo y ya no podía moverse. El hijo acaba de cumplir once años, nosotros, sin saber qué hacer ante ese panorama y sabiendo que realmente no cambiaba nada a largo plazo – más allá de un recuerdo grato – le dimos un paquete de chocolatinas jet cuando se estaban bajando del carro. El señor se metió la mano entre la ruana y nos preguntó que cuánto debía. Cuando lo miré con asombro y le dije que nada, que suerte con su esposa y hasta luego, el señor bendijo a mi familia entera y a mis hijos por nacer y se bajó del carro.

Y así transcurre la vida en este país para los que no tienen como pagar taxis para eventos al que el gobierno los invita, y para los que el gobierno les pone la ambulance pero no tienen con qué pagar las drogas para su familia más cercana.

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | abril 25, 2011

Prohibición del aborto

Si no es el diluvio universal, entonces la inquisición. ¿Anticristo? A lo mejor no. Pero es increíble que este tipo de iniciativas todavía existan.

http://www.semana.com/politica/nuevo-presidente-del-partido-conservador-anuncia-proyecto-contra-aborto/147106-3.aspx

Se trata de revivir un debate que aún está vigente y en el que , incluso luego de la sentencia C 355 de la Corte Constitucional, es posible afirmar que aún no hemos alcanzado el nivel de libertad y autonomía que merecen las mujeres respecto a su cuerpo.

Pero en fin, ojalá pase solo a ser una anécdota legislativa más…

Oruga

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | abril 12, 2011

Discurso mujer Cafam. Sabias palabras, otro punto de vista

Discurso mujer Cafam. Sabias palabras, otro punto de vista

¿Se le habría ocurrido a usted alguna vez que, una de las causas por las que los jóvenes colombianos indígenas se unen a los grupos armados es para suicidarse? ¿O que los índices de desnutrición de los indígenas están a la par de los de África? (Hm… ¿como que los índices de África se nos están contagiando?)

Vale la pena oír lo que la mujer cafam de este año tiene que decir. Ella habla de esa otra Colombia, la que no conocemos.  – y de educación, bien coyuntural.

(Recomiendo sobretodo desde el minuto 2 al 10)

Oruga

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | abril 10, 2011

¿Cesó la horrible noche? – Colombia, país con mayor número de desplazados internos!

¿Cesó la horrible noche? – Colombia, país con mayor número de desplazados internos

El artículo que pegó abajo salió hace un mes en The Hufftington post, pero la página registra un error al hacer click en él. Así, 7 años después de la expedición de la T-025 del 2004, la sentencia de la Corte Constitucional que declaró un Estado de Cosas Inconstitucional (ECI) respecto a la situación de desplazamiento en Colombia, bien podemos encontrarnos con que el drama continúa y Colombia ha sobrepasado a Sudán en la cantidad de desplazados por un conflicto interno.

El último informe delDHES – la consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento – señala que unas 280’000 personas fueron desplazadas en el 2010, cifra que subió considerablemente, convirtiéndose en tercer el año, desde 1999, en que más desplazados ha habido en el país. Las zonas más afectadas son el bajo Chocó y Antioquia.

Así, una nueva (¿nueva?) ola de violencia dejó más de 200 muertos detrás, entre 19 masacres y asesinatos colectivos, y entre las víctimas se encuentran indígenas, servidores públicos, líderes comunales…

Al respecto, el informe dice que «Es evidente que la violencia es la primera causa del desplazamiento, pero también lo es que, detrás de las acciones armadas y la intimidación que ejercen los grupos armados contra la población, y la incapacidad del Estado de para protegerla, se mueven poderosos intereses económicos sobre los territorios objeto de la política de consolidación (…) El despojo de tierras es un complemento de la estrategia del desplazamiento forzado».

Toda esta situación resulta paradójica en medio del trámite de la Ley de víctimas – que tiene su buen capítulo sobre tierras y busca alcanzar la anhelada y necesaria paz por medio de la restauración de los derechos de las víctimas-  y la Ley de Tierras. Asimismo, el presidente Santos se acaba de comprometer en Estados Unidos a, entre otras, garantizar mayor protección a los líderes sindicalistas y comunitarios.

No digo, en ningún caso, que el gobierno actúe de mala fe, ni que estas iniciativas sean erradas o hipócritas, todo lo contrario. Pero si creo, que no sabemos en qué país vivimos, que pareciera que vivimos en otro, en donde el problema es el trancón y el celular que se robaron (no los estoy desprestigiando) e ignoramos  la realidad y problemática de la otra gran dimensión del país (Como será, que el artículo que menciono salió es en un medio Norteaméricano y no en un periódico nacional…).

«Habría que montar en Bus público e ir a caminar al centro de las ciudades así sea una vez a la semana. Sólo así se ve cómo vive la gente.» decía una tía abuela de esta Oruga. Tiene razón en que no sabemos mucho de los demás colombianos.

(Posdatas: prometo una nota sobre qué significa el desplazamiento esta semana y si buscan en las entradas de hace más o menos un año, hay varias que hablan de la T-024 y del desplazamiento en Colombia.)

Ahora si, el artículo:

Colombia Slips Into the Abyss as FTA Threatens Further Havoc

Human and Labor Rights Lawyer


While little attention has been paid by the press, Colombia just reached an ignominious benchmark — it is now the country with the largest population of internally displaced persons in the world, surpassing Sudan which had held this position for the past several years. Colombia, with a population of around 44 million, now has 5.2 million internally displaced persons, meaning that almost 12% of its population is displaced — most of them by violence, and a disproportionate number being Afro-Colombians and indigenous.

As a report by the Colombian human rights group CODHES notes, half of the 5.2 internally displaced were displaced during the presidential term of Alvaro Uribe and as a direct consequence of his «counterinsurgency program» — a program funded in large measure by the U.S. As CODHES noted, in a significant proportion of the municipalities impacted by this program, there has been large-scale mining and cultivation of oil palm and biofuel. CODHES is clear that this production is directly responsible for the violent displacement of persons from their land Indeed, it appears that the «counterinsurgency program» has in fact largely been intended to make Colombia safe for multi-national exploitation of the land at the very expense of the people the program has claimed to be helping.

The proposed Colombia FTA is also intended to do the very same — to protect the rights of multi-national corporations over the basic human rights of the Colombian people. For example, the Colombia FTA would privilege the very palm oil production which is leading to the mass displacement of people. Even more frightening, as The Nation Magazine explained in a detailed article, around half of the palm oil companies are actually owned and controlled by paramilitary groups, meaning that the FTA will directly aid these groups by incentivizing their crops.

As the Washington Office on Latin America recently noted, the FTA’s agricultural provisions will also undermine the livelihood of Colombia’s rural inhabitants who will not be able to compete with the subsidized, cheap food stuffs which will be able to flood the Colombian markets duty-free under the FTA. Indeed, we have seen this before in Mexico where NAFTA led to the impoverishment and displacement of 1.3 million small farmers, and in Haiti which lost its ability to feed its own people with its rice production after Clinton’s free trade policies with that country.

And indeed, Bill Clinton apologized to the Senate last year over these very free trade policies, saying:

«It may have been good for some of my farmers in Arkansas, but it has not worked. It was a mistake. . . . I had to live everyday with the consequences of the loss of capacity to produce a rice crop in Haiti to feed those people because of what I did; nobody else.»

Clinton went further, even conceding that such trade policy has «failed everywhere it’s been tried.» And yet, the current administration, with Bill Clinton himself cheering it on, appears to be pushing for the same failed free trade policy for Colombia.

Meanwhile, the labor rights situation in Colombia remains dismal. Thus, according to the Escuela Nacional Sindical (ENS), fifty-one (51) trade unionists were killed in 2010, and 4 unionists (including 3 teachers) have already been killed this year. The 51 unionists killed in 2010 matches precisely the number of unionists killed in 2008 when President Obama vowed to oppose the Colombia FTA based upon his concern that unionists face unprecedented violence in that country. The same concerns should motivate President Obama to oppose the FTA now.

The continued violence against trade unionists in Colombia led the International Trade Union Confederation (ITUC) to inform leaders of the EU, who are considering a similar free trade agreement, that the Colombian administration’s attempts to sell the agreement on the claim that labor and human rights are improving in Colombia are in fact a sham. (See letter.) In the words of the ITUC, «the intensive lobbying campaign at the European Parliament by the Colombian Government is an attempt to mislead the international community.» The ITUC urges the international community not to be fooled by the Colombian government’s campaign and to continue to reject a free trade agreement with that country. Hopefully, the Obama Administration will take heed of such warnings.

 

 

Oruga

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | abril 4, 2011

Curiosidades…

Sabía usted que «El 4 de enero de este año, el Consejo de Derechos Humanos, órgano de Naciones Unidas, publicó su informe sobre Libia. El texto no contiene ni un asomo de crítica al gobierno de Gadafi y más bien resalta que «varias delegaciones expresaron su reconocimiento al compromiso del país con la defensa de los derechos humanos…». – Columna de Moisés Naim en El Tiempo. ¿Raro, no?

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | marzo 30, 2011

Condolencias

 

Con un poco de retraso pero no por ello con menos preocupación, Alicia expresa sus más sentidas condolencias por el asesinato de la jueza Gloria Constanza Gaona en Saravena, Arauca y el absoluto repudio a tan atroz crimen.

Asimismo, quisiera recordar que como señala Rodrigo Uprimny en su columna de El Espectador de ayer, «El Grupo de Memoria Histórica, en su informe sobre La Rochela, documentó hechos de violencia contra 1.487 funcionarios de la Rama Judicial entre 1979 y 2009 cometidos contra funcionarios judiciales que, como la jueza Gaona, sólo intentaban hacer una cosa: justicia.» y, como lo dice la Corte Constitucional en su comunicado al respecto,

«Los jueces de Colombia son continuamente afectados por la acción de las organizaciones criminales. El país ha perdido a valiosos servidores de la justicia, como la jueza Gaona Rangel, quienes con decisión y valentía han ejercido la autoridad judicial en procura de la defensa de los derechos de los colombianos. Si no concurre la acción decidida del Estado para la protección de los servidores de la Justicia, se habrá claudicado en la defensa de uno de los pilares que sostiene al Estado de Derecho.»


Comité editorial de Alicia

Posteado por: aliciaenelpaisdelasmascarillas | marzo 25, 2011

El peligro de prohibir

El peligro de prohibir

El otro día oí en radio a la Ministra de cultura hablando sobre el gran éxito que había sido la reglamentación sobre el comercio de arte precolombino. (No conozco bien la norma, pero sé que el único ente autorizado para comprar este tipo de piezas es el Museo del Oro, tampoco se pueden vender a comercializadoras de arte extranjeras.) La Ministra decía que el impacto había sido tan positivo y tan fuerte que ya muy poca gente le compraba a los guaqueros – gente que saquea las tumbas y ruinas arqueológicas de culturas ancestrales y luego venden lo que encuentran- y que eso contribuía a mantener el patrimonio de la nación en buenas manos…

La otra cara de la historia, me la contó un conocido de mi familia nativo de San Agustín, Huila. Gerardo (digamos que se llama así) es un guaquero de profesión.  Gerardo vino a Bogotá hace unos meses, pasó a saludar en la casa y, durante su visita, nos contó que, en realidad los guaqueros no dejaron de explorar y comercializar las piezas precolombinas luego de que salieran las leyes que “restringían” su comercialización. En principio, siempre podrían vendérselas al Museo del Oro para que pasara a ser parte del patrimonio de la nación.

Pero – porque estas historias siempre tienen un pero – resulta que el Museo del Oro ya no está comprando. Tiene solo una pequeña fracción de las piezas que posee en exhibición y está corto de presupuesto.

Los guaqueros entonces a falta de compradores para las piezas se vieron obligados a cambiar la modalidad de venta: ahora las funden y las venden como oro. Se pierden, entonces, piezas invaluables que son patrimonio de la humanidad – no solo de Colombia – y se venden como materia prima, sabiendo que a lo mejor hay en el mundo quien las compre, cuide y aprecie por lo que valen…

Ese es el otro resultado de la maravillosa medida a la que se refería la Ministra y es solo uno de tantos ejemplos donde las políticas terminan creando más problemas de los que pretendían solucionar – ¿sin solucionarlos siquiera?

Lo más triste es que no hay manera de echarles la culpa. Son campesinos comunes y corrientes, con un oficio aprendido, con responsabilidades con sus familias y comunidad. ¨Pero de pronto viene una ley, les cambia el negocio y si el negocio nuevo no funciona ¿qué quieren que hagan?  Los servicios siguen costando, los niños siguen pidiendo comida, el gobierno tampoco les ofrece un oficio nuevo y la plata todavía no crece en los árboles… ah, pero ellos tienen oro.

Otro ejemplo que se me ocurre es lo que probablemente vaya a pasar en el Páramo de San Turbán en Santander, que tanto ha sonado en estos días o en el Archipiélago de San Andrés y Providencia, que fue incluso comentado en este mismo blog.

Básicamente la situación en San Turbán es que hay oro pero es páramo. Una empresa minera internacional solicitó que la dejaran extraerlo, hubo una fuerte reacción civil y mediática en defensa de este importante ecosistema y la autorización fue negada. Hasta ahí todo bien – es hasta bonita la historia.

Ahora, la parte que no sonó tanto en los medios es que aparentemente la autorización que pedía la empresa minera era para explotar oro en territorios a la altura de páramo pero que actualmente son de cultivo papero. Total, que el ecosistema ya se lo habían tirado otros antes. Esto, sin prejuicios de que en el páramo de verdad sí hay oro, pero ahí ellos no se querían meter por todos los problemas que implica trabajar en un ecosistema tan delicado.

¿Qué va a pasar? (creo) que oficialmente en San Turban no se explota el oro y punto. Pero que extraoficialmente todo el país se enteró de que allá hay oro y no faltará el vivo que se quiera ir a meter allá a sacar el oro que haya. ¿Y cómo los vamos a culpar? En el país más desigual de Latinoamérica claro que hay gente pobre, dispuesta a ganarse el pan como sea…

El problema es que no va a haber manera de regular la forma de como lo saquen, de exigir respeto al medio ambiente, de limitar o especificar los químicos o métodos que usen, de garantizar que haya alguna inversión social, y todo porque oficialmente de allá no se saca oro. Porque prohibir algo y simultáneamente decir cómo se puede hacer es contradictorio, por no decir ridículo….

De haber permitido la explotación, en cambio, se habrían podido implementar medidas para controlarla, para que fuera lo menos invasiva posible, lo menos violenta posible.

El caso de las islas es igual. Comunidad raizal, tradicional, pescadores, petróleo. El miedo es que con la llegada de las petroleras el capitalismo occidental se coma la tradición y acabe con eso, además de todos los posibles perjuicios ecológicos que puede tener la explotación indebida.

Las comunidades raizales y varios otros están asustadas con toda razón y se oponen a que lleguen estas empresas. Lo que ellos no tienen en cuenta es que al arrecife le pronostican máximo unos 20 años de vida y, por ende, la cultura raizal que en él se fundamenta también. ¿Por qué? Por la explotación indebida, ilegal y desproporcionada de la pesca.  Y no me refiero a tandas de isleños que pesquen mucho para las fiestas sino a pesqueros japoneses y chinos que vienen a pescar masivamente al Archipiélago, acabando con nuestros recursos.

Una forma de controlar esto – que es la que se viene intentando – es confiscar el pescado, tener patrullas en el mar, etc, pero es este un espacio tan amplio que ha resultado no solo difícil sino inefectivo. Otra opción sería crear un ambiente de explotación legal – por ejemplo de petróleo- con especificaciones de qué se puede y qué no, cómo si, cómo no, cuándo, impuestos, obligación de crear empleos y escuelas para las comunidades, etc. Suena a discurso mockusiano, pero si se legaliza la explotación de recursos se le quita campo a la explotación ilegal. Sería una forma de extender la vida del Archipiélago, alterándola un poco quizá, pero extenderla al fin.

A lo que voy es que hay cosas que no podemos cambiar. La fiebre del oro no es cuento del siglo XVIII. La gente aún tiene la necesidad de trabajar y ganarse la vida y todavía quiere hacerse rica. La legislación debe estar orientada a inventarse formas no-nocivas de que hagan eso. No a prohibir. Prohibir es una forma de cerrarle los ojos a los problemas, negar su existencia y que hagan lo que hagan por debajo.

Oruga

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